Ustedes pueden contar conmigo (You can count on Me)

            Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo, por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo; y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios. Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura. Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Hebreos 10:19-23 NIV

¿Con qué frecuencia nuestros familiares, amigos, y nosotros mismos decimos: Puedes contar conmigo? Pero, ¿realmente lo decimos en serio? ¿Estamos ahí cuando la gente más nos necesita y las cosas van mal? ¿Llamas o envías mensajes de texto para preguntar cómo están? o para decirles: Estoy pensando en ti y rezando por ti.

Seamos realistas, nos involucramos en nuestras rutinas y obligaciones diarias y olvidamos que tenemos un llamado: Amar a las personas, así como Él nos ama”.

He escuchado estas palabras muchas veces a lo largo de mi caminar cristiano. Yo mismo solía decir cosas así. Pero, lamentablemente, cuando yo u otras personas necesitábamos escuchar esas palabras, había silencio.

Hoy, el Señor me guió a leer, durante mi tiempo devocional con Jesús, Hebreos 10:19-23, titulado: Un llamado a perseverar en la fe.

¿Por qué el Señor me recuerda este pasaje? ¿Qué quería que yo recordara o aprendiera? Cuando Jesús tomó nuestro lugar en la cruz, el velo que nos separaba de nuestro Padre se rasgó. Gracias a la sangre de Jesús, podemos entrar al Lugar Santísimo, donde podemos sentarnos con el Padre cuando nuestros corazones están quebrantados y decirle cómo nos sentimos.

A lo largo de las Escrituras, hemos aprendido las muchas características únicas de nuestro Padre. Estas son algunas de las cosas

que el Señor me recordó a hoy.

Dios es fiel, aunque se considere normal que las personas entren y salgan de nuestras vidas a medida que una estación cambia a la siguiente. Pero nuestro Padre es no es así en absoluto. Él nunca cambia.

Hebreos 13:8 dice: Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.

Dios es omnisciente.. Él sabe lo que necesitamos y lo que nos está pasando en cada momento. Nada lo sorprende.

Proverbios 15:3 dice: Los ojos del Señor están en todas partes, vigilando a los malos y a los buenos. Nada acerca de nosotros está oculto para Él.

            Dios es omnipotente. Nuestro Padre tiene autoridad sobre todo, aquí en la tierra, como en el cielo. Nada puede jamás escapar de Su control. No hay nada que Él no pueda hacer. Job se dio cuenta del poder de Dios en Job 42:2: Sé que todo lo puedes; ningún propósito tuyo puede ser frustrado.

            Dios es omnipresente. No hay nadie ni nada fuera de la presencia del Señor. Salmo 139:7-13, David dijo: ¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia?
Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí.

Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar,
aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha!

Y, si dijera: «Que me oculten las tinieblas; que la luz se haga noche en torno mío»,
ni las tinieblas serían oscuras para ti, y aun la noche sería clara como el día. ¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz!

Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.

Todo el espacio y el tiempo están a la vista de Dios. Incluso nos conoció antes de que naciéramos. ¡Qué maravilloso es nuestro Padre! Además de estos maravillosos rasgos, sé que nuestro Padre Celestial esfiel a Su Palabra y nunca miente.

En el Libro de Tito(1:1-2), Pablo declara:

            Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, llamado para que, mediante la fe, los elegidos de Dios lleguen a conocer la verdadera religión. Nuestra esperanza es la vida eterna, la cual Dios, que no miente, ya había prometido antes de la creación.

Además, Números 23:19 dice: Dios no es un simple mortal
para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?

Saber quién es Dios nos da el consuelo de saber que podemos poner nuestra confianza en Él y que, incluso cuando las cosas no salen según lo planeado o nuestras oraciones no son respondidas de inmediato, podemos estar seguros de que Él nos ayudará en Su tiempo.

Amigos, el carácter de Dios no se ve afectado por el tiempo, el lugar, las personas o las circunstancias. Podemos confiar en que Él es fiel y siempre cumplirá Sus promesas. Así que cuando te encuentres en una situación en la que te sientas atrapado, abandonado, decepcionado por los demás, o incluso sin que te escuchen, anímate sabiendo que, aunque las personas, las circunstancias e incluso nuestros planes pueden cambiar, Dios, nuestro amoroso Padre Celestial, nunca cambia ni nos fallará. Él es la única constante en nuestras vidas. Podemos contar con Él ahora y para siempre.

Padre, gracias por recordarme hoy que siempre estás conmigo, incluso cuando no puedo verlo. Gracias por nunca dejarme o abandonarme a pesar de mis acciones. Señor, gracias por ser la constante en mi vida. No sé dónde estaría si no estuvieras en mi vida. Te amo y te alabo, Señor, hoy y siempre. Hágase tu voluntad en mi vida de forma permanente. En el nombre de Jesús, te alabo y te doy toda la gloria.

 

Referencia

La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional. (1985/2011). Grand Rapids, MI: Zondervan.

Traductor: Jesus Manuel Perez